Estaba sentada con una aguja en el brazo y
pensaba en ti cuando sonó el teléfono,
te escuché y sentí que
te tengo pegado
detrás de los ojos
en el meollo de la cabeza
donde el olfato
va a encontrarse
con la mirada.
Te tengo pegado
en la hondonada de mi cuerpo.
Sólo sé que tu apoyo
hace que mi cuerpo iluso
se siente a descansar
en el aire.
(en este lugar podía escribirte,
pero no hubo internet y lo dejé guardado)
Leeré tus signos
para ir a buscarte
Tú estarás ahí
y allá
y aquí
mientras contamos juntos primaveras.
con amor
Sandra
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